¿Cuántos óvulos tengo?

Dr Sarah Johnson

Versión en inglés revisada por Dr Sarah Johnson en May 17, 2017
Escrito por Julie Macken.

¿Cuántos óvulos tengo?

Probablemente haya oído el término "reloj biológico de la mujer", pero ¿qué significa realmente y a qué edad empieza a ser un asunto de interés? Si bien los hombres producen esperma prácticamente al mismo ritmo durante toda su vida, para las mujeres la situación es muy distinta.

Tabla de contenidos

  1. El reloj biológico de la mujer
  • La mujer nace con todos los óvulos que va a tener.
  • A lo largo de su vida, no crea ninguno nuevo.

El reloj biológico de la mujer

Comencemos por los principios biológicos. La mujer nace con todos los óvulos que va a tener. A lo largo de su vida no crea ninguno nuevo; de hecho, el mayor número de óvulos lo tiene mientras está dentro del útero de su madre: un feto de sexo femenino de 20 semanas tiene cerca de siete millones de óvulos. Cuando nace, este número se reduce a cerca de dos millones y, en la pubertad y al comienzo de la menstruación, le quedan entre 300 000 y 500 000 óvulos.

No obstante, el hecho de que la reserva de óvulos esté disminuyendo continuamente no tiene que ser un motivo de preocupación, dado que se trata de un proceso natural y continuo que no depende en absoluto del uso de anticonceptivos, de los embarazos, de los suplementos nutricionales y, ni siquiera, de su salud o de su estilo de vida.

En la década de los 20 años y hasta principios de la década de los 30 se encuentra en su momento de mayor fertilidad, la cual va decayendo desde mediados de los 30 hasta llegar a la menopausia. Tras la menopausia, ya no es posible quedarse embarazada de manera natural.

Follicle number over age

Durante la mayoría de los ciclos menstruales, uno de sus óvulos madura y sale de uno de los ovarios (ovulación) con el fin de prepararse para la fecundación. No obstante, el descenso en el número de óvulos (también denominado "reserva ovárica") se acelera y, desde el momento en que comienzan sus periodos, mueren aproximadamente 1000 óvulos al mes. A lo largo de su vida, sus ovarios liberarán cerca de 500 óvulos maduros. Una vez agotada la reserva ovárica, sus ovarios dejarán de producir estrógeno y entrará en la menopausia. La mayoría de las mujeres suele llegar a dicha fase en torno a los 50 años: la edad media en el mundo desarrollado es de 51,4 años.1 A partir de este momento, ya no podrá quedarse embarazada de manera natural.

He oído que hay una prueba para medir el número de óvulos que me quedan. Por lo que he leído, se mide mediante un análisis de sangre de las hormonas antimulleriana y foliculoestimulante (FSH). ¿Qué quiere decir ésto?

Profesor Michael Thomas

Existen numerosas pruebas que se pueden llevar a cabo en mujeres mayores de 35 años que están intentando concebir para predecir la reserva ovárica (el número de óvulos restante). Los análisis de sangre incluyen el análisis de la hormona antimulleriana o AMH, y pueden realizarse en cualquier momento del ciclo menstrual e incluso si se toma la píldora anticonceptiva. La hormona antimulleriana la segregan las células de los folículos ováricos y puede ser un indicador temprano de la reserva de óvulos que queda en los ovarios. La interpretación de los resultados de esta prueba puede variar en función del médico.
Además, el tercer día del ciclo menstrual (dos días después del inicio del periodo), puede someterse a un análisis de sangre para determinar la hormona foliculoestimulante (FSH) y el estradiol. Estos dos análisis pueden servir para detectar una función ovárica en descenso al principio del ciclo menstrual, justo cuando el folículo dominante se prepara para la ovulación. El "recuento de folículos antrales" es otra prueba que puede realizarse para detectar una reserva ovárica insuficiente. Durante esta prueba, se emplea una ecografía transvaginal para determinar el número de folículos listos el tercer día del ciclo menstrual. Podrá encontrar información más detallada sobre las pruebas de reserva ovárica en www.reproductivefacts.org.



  • 1. Henderson KD., et al. Am J Epidemiology. (2008) 167: 1287-94